Carta a la directora incluida en el Vol. 11 de Ozone Therapy Global Journal

 

La polémica generada por el uso compasivo de la ozonoterapia en pacientes COVID-19 abre el
debate sobre quién está habilitado para decidir qué es una pseudoterapia y en base a qué
criterios.

Durante el mes de agosto de 2021 se generó una fuerte polémica [en España] respecto a la
posibilidad de usar un tratamiento experimental con ozono como último recurso en pacientes
COVID-19. El hecho de que un juzgado de Castellón [Comunidad Valenciana, 13 agosto 2021]
obligara al Hospital [público y universitario] de La Plana [Vila-Real, Castellón] a permitir la entrada
de médicos expertos en ozonoterapia para tratar a un paciente crítico inició una serie de
reacciones y manifiestos por parte de diversos colectivos profesionales y asociaciones, que se
mostraron en contra de una hipotética injerencia judicial en asuntos médicos. Para ello aducen
que la ozonoterapia no cuenta con “evidencia científica” y que se trata de una “pseudoterapia”,
pese a no aparecer en la lista de pseudoterapias del Ministerio de Sanidad, y pese al hecho de
que el paciente se recuperara tras el tratamiento. Ante esta situación, los abajo firmantes nos
hemos tomado el tiempo de revisar la literatura científica sobre la ozonoterapia, que es la que
permite dirimir su grado de “evidencia científica” o su posible consideración como
“pseudoterapia”…

 

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